Vuelvo a levantarme después de la caída. Y sin motivos... por primera vez. De hecho, nada marcha bien. A., mi casa, las ausencias, R., que de repente se ha convertido en un extraño, este trabajo... Pero a pesar de todo consigo mirarme y verme (en ocasiones) fuerte, capaz... Y hoy sé que no merece la pena sufrir en nombre de nadie (no así). Las cosas pasan, suceden y sólo algunas se solucionan, pero cuando no está en tus manos... llorar es simplemente absurdo.
Paremos el reloj... ;empieza una nueva vida
lunes, octubre 03, 2005
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5 comentarios:
Repítete esas mismas palabras cada mañana, aunque haya días que no acabes de creértelas del todo... :)
espero qeu te vaya bien
un saludo
Sí, cuando las cosas no están en tu mano sólo hay que esforzarse en poner buena cara al mal tiempo.
El pasado hay veces que hay que dejarlo como pasado y no pensar que puede ser futuro
Estoy con Isthar, palabra por palabra. Este post es casi una oración. Un abrazo, preciosa
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