lunes, octubre 30, 2006

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Conozco cada uno de los motivos por los que debería abandonar; los llevó tatuados en mi cuerpo. Sé qué fue lo que un día me llevó a la más cruel autodestrucción y entiendo a mi cabeza cuando grita y a ellos cuando aconsejan olvidar. Podría ponerlo todo en una balanza y obtener un resultado coherente; forma parte de la cordura que logré recuperar en este último tiempo. Estudiar la teoría es fácil..., pero ponerla en práctica requiere de un coraje que, desde luego, aún no tengo. Es una batalla campal, una tira y afloja que nace y se pelea desde dentro, sin estrategias. No puedo explicar las razones que todavía me impulsan a preservar sus recuerdos porque ni siquiera yo sé donde están. Sin embargo podría enumerar, casi en una lista interminable, los porqués del NO. Después de todo, ellos me trajeron hasta aquí. Y reconozco que me siento perdida y que mi mayor enemiga soy yo, y que quizás necesite años para volver a restaurar el equilibrio que perdí. Ni busco ni quiero culpables, pero tampoco jueces que me lleven al tercer grado por no lograrlo... (ese tú misma, me heló la sangre)

Y camineramos en línea recta hasta que se pare este dichoso corazón

miércoles, octubre 25, 2006

R.I.P

Maldigo sus promesas y su forma callada de inventarse te quieros. Maldigo sus mentiras y ese futuro del que hablaba como si también me perteneciera. Aquel todo se va as solucionar y eres la mujer de mi vida porque fue eso lo que me arrastró a la locura. Su sarcasmo absurdo y sus continúas clases de divinidad y saber estar que ni siquiera él entendía. Su prepotencia, que tamizaba con una falsa modestia, casi inaúdita. Su manera de hablar del amor y de la verdad porque jamás se molestó en sentirlo. Su elocuencia y su pose de hombre de mundo, y esa sabiduría que él creía encontrar en los libros que jamás había leído. Su deseo por otras y su inapetencia, casi continuada, hacía mí. Sus milagros y su manera de apartarme de la reallidad, y aquella forma de hablar medio educando, porque yo sólo era algo que había que limar...
Y me cuento y os cuento todo esto, porque después de tres meses en silencio, he vuelto a escuchar su voz al otro lado del teléfono y no quiero que vuelva a girar la noria

Descanse en paz. R.I.P

miércoles, octubre 18, 2006

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Tener la sensación de estar en una continúa parada de tren es lo de menos cuando la soledad consigue quemarte por dentro. Podría hacer tantas cosas para evitar el derrumbre que a veces me reprendo a mí misma por todo lo que me estoy perdiendo. Sé que hay un mundo, quizás especial, ahí fuera, pero al final siempre opto por lo que sé es la salida más fácil: el milagro. El otro camino me resulta agotador; un desierto insalvable. He aprendido a ponerle caras a la vida (risas, juegos de palabras y alguna que otra mentira) para sortear la realidad, la misma que amenaza con mermar mi alma y convertirme en una inválida, al menos psicologicamente. Y lo peor de todo es que a pesar de ser consciente soy incapaz de ponerle rumbo. Y ya no sé si soy yo o el dolor acumulado durante todos estos años. Si dejé de ser lo que era por él o si él me enseñó a verme a mí misma. Si perdí lo que quise o lo que impusieron. Si gané o me dejé vencer...

lunes, octubre 16, 2006

... a solas

Y a veces siento que he dejado de quererte sin poder intuir cual fue el momento o la pieza clave que lo logró. Otras me desmayo del dolor que me produce tu ausencia. Y ya ves, mientras, a golpe de canción, intento controlar el presente y retar al futuro. Ese fue tu absurdo regalo; una lucha constante por sobrevivir. Jueguecitos de este destino que ya empieza a cabrearme. No sé cómo enfrentarme a él, y tampoco sé si quiero hacerlo. Simplemente, estoy harta.... Alguna buena nueva no estaría de más, pa variar, la verdad, porque me agota esta caída casi en picado... Demasiados sueños rotos y lágrimas que empiezan a convertirse en una rutina idota que me hace cada día más frágil. Y me preguntó si este será el final y la vida que me queda y me tocó. No acerté con los números, tampoco con los rezos a pesar de que no crea en ellos. Me quedé a solas, al fin, divagando... , implorando..., buscando.... ; y no sólo a ti.

lunes, octubre 02, 2006

Una charla conmigo misma

Cruzo el umbral ... No sé porqué pero aún soy capaz de sentir aquel tinteneo en el estómago que me producía el sonido de sus pies trasteando por el pasillo. Lo ignoro, como casi siempre y me evado, en parte, gracias a la rutina (lavadoras; comidas; trabajo; llamadas...). A veces, es cierto, la soledad consigue atraparme y entonces recuerdo y añoro y vuelvo a creer, aunque sólo sea por un instante, que no "puedo" hacerlo sin él. Pero a pesar del vacío continúo, sobre todo por los míos, y sigo retando al espejo cada mañana para poner la mejor de mis caras. Un ejercicio que he automatizado por completo y que ya ha dejado de doler. Perdí demasiado tiempo en la batalla y sé, que a pesar de mi nueva lucha, seguiré haciéndolo. No es fácil levantarse después de una tormenta ni volver a construir el puzzle; siempre falta una ficha o encuentras motivos para hacer que desaparezca. Admiro a aquellos que lo consiguieron; también a todos los que lo intentaron porque sé cómo es, cómo cuesta y cuanto se puede llegar a sufrir. Cada historia es diferente, es cierto; la mía tiene muchos matices y algún que otro obstáculo, empezando por mí y mi empeño por conservar lo irreal. Me esforzaba en ser lo que él quería y vivi (está ultima frase es del libro) "con la esperanza de que mañana será diferente".

Hablando de "Las mujeres que aman demasiado" (gracias, Seriak/gracias, Sentir), rescato aquí algunas párrafos que creí casi míos...

"... gastamos mucho tiempo y energías tratando de ideas nuevos enfoques que podrían funcionar mejor de los que ya hemos probado" (para satisfacerle)

"... vemos cada matiz de conducta como algo que quizás indique que nuestra pareja finalmente está cambiando"

"... y seguimos soñando"

"... no pedía nada salvo que pasara el tiempo conmigo" (no más tiempo)

"... su vida empezó a girar alrededor de ese tiempo que pasaban juntos"

"Anuló casi todas sus actividades sociales porque sólo le importa estar con él cuando podía y pensar en él cuando no podía verlo. Quería estar disponible para él en el caso de que hubiera una hora extra aquí o allí que pudieran pasar juntos".. "Cuando no estaba con él ideaba nuevas formas de encantarlo"... "Sentía la excitación de la victoria en cada encuentro con él..."

A veces pienso, que esta mujer, Robin Norwood, me conoció en otra vida... Y lo malo, la verdad, es que no soy la única.