lunes, septiembre 25, 2006

...

Se acabaron los círculos viciosos y las flagelaciones gratuitas, los llantos a media noche y las mentiras bañadas con sal. Terminó el peor de mis capítulos... y sólo espero que él haya decidido dejarme vivir

Hay sueños absurdos que se construyen a raiz de un simple golpe de voz; hay otros que se injertan bajo la piel a través de las palabras. Mi error fue creerlos todos y a un tiempo, y fabricar mi propia maquina de clonación. Es lo único que me ayudaba a dormir. Hilar mi historia, como si fuera una película y diseñar el final feliz, una recreación a pequeña escala de los cuentos infantiles, que todo sea dicho han creado una generación de monstruos.
Y me he prometido a mí misma que no voy a insistir, que voy a dejar elegir a quien tenga que hacerlo (el tiempo, la vida, tú), que voy a evitar usar el "acoso y derribo" que me caracteriza y que permitiré que sean otros los que pongan las baldosas en mi camino. Casi dos meses en silencio, más de 5 mails lanzados al aire y decenas de mensajes disparados a móviles que aún desconozco. Mucho amor, muchas ganas... y seguimos esperando. El día que me canse dejaré de estar viva... Y leo los capítulos de ese libro (Las mujeres que aman demasido) y me recozco en algunas frases y me encojo y en parte me río... de lo imbecil que fui. ¿Necesitaba todo esto para verlo?

miércoles, septiembre 20, 2006

recuerdos

Nunca me gustaron los recuerdos... Algunos son capaces de paralizarte; otros, directamente, te "matan".

Mantuve su olor y la presencia de su cuerpo sobre mi cama durante años. Me negué a tirar su ropa, sus libros y aquellas revistas extrañas que sacaba de los contenedores de basura y que amontaba en una de las baldas de la estantería como si fueran auténticos objetos de colección. Conservé sus botes de pintura, sus lienzos, sus pinceles, sus puros... y hasta cartas con remitentes desconocidos que nunca llegué a abrir. Un mausoleo brutal que yo utilizaba para reafirmar sus promesas y su esperado regreso a casa. Supongo (sé) que aún le seguía queriendo. Me niego a hablar en presente porque esta es la historia que quiero contarles a todos y que debo contarme a mí misma. Sus huellas siguen, es cierto, sobre las paredes de mi casa, pero mi gesto al verlas ya no es el mismo. Así de simple...
... supongo

lunes, septiembre 18, 2006

...

Te he esperado durante tanto tiempo que me resulta imposible hacer un simple cálculo mental; creo que tendría que ir apuntando los días en una carpeta y rellenar demasiados calendarios vacíos. Te necesité también otras muchas; cuando todo se hacía tan dificil que hasta el aire me quemaba la garganta o cuando el peso de tus fantasmas se convertía en una amenaza real e insalvable. Tampoco te tuve a mi lado en aquel accidente ni en las malas noticias que llegaron y siguen llegando desde otros frentes. Nunca supiste ni quisiste ser compañero. Tú sólo te dejabas caer por aquí como si yo fuera el ama de llaves de tu casa. Esa que "construimos" juntos, y que hoy, aún con tus recuerdos, está vacía de ti. Y no me hables de amor ni de sueños marcados a golpe de hierro, y no utilices su nombre para hablar de ese futuro que, creéme, ya no deseo. Y olvida quererme, si es que algún día lo hiciste, porque me cansé de tus silencios y de tus contrastes, y de esa forma de vivir que no entiendes..., que nadie entiende. No pretendo buscar respuestas. Dejaron de interesarme cuando comprendí que la verdad entre nosotros sólo fue tuya. A mí y a cambio me permitiste llorar y reir a ratos como si fuera un débil muñeco de budú. Siempre "a tu antojo".... Me olvidé de mí en un necio intento por recuperarte sin intuir que no existió nunca nada que rescatar del pasado y me doblegué a ti y a tus maneras cada vez que cruzabas la puerta, esta puerta. Y reprendí a mi familia y a mis amigos y jugué a saberlo todo, como tú, porque eso es lo que me habías enseñado. Ya ves, fui una imbecil...
... pero yo ya he girado mi ruleta y esta vez decidí saltarte.

que te vaya bonito, A.

viernes, septiembre 08, 2006

...como una oración

Sentirme viva y empezar de cero; retomar mi mundo o construir uno diferente...Olvidar cada día que hubo un nosotros y mirarme al espejo, sin reconocer los cuadros que cuelgan detrás de la imagen porque también eran parte de él. Y aprender de esa soledad maldita y de los jodidos recuerdos. Y seguir caminando, que es lo único que vale y que quiero. Y dejar las preguntas porque siguen siendo todas pura retórica. Y contar sus defectos en alto para oirlos bien e interiorizarlos; escucharme aunque duela y aunque siga negando parte de esa historia que conozco como si fuera la palma de su mano. La he repetido tantas veces... La historia..., esa que cada vez suena menos dura porque está más lejos, porque el tiempo, como a todo, ha logrado ponerle almohadas y porque descubro, en cada uno de mis viajes, que hubo un antes y un después y que estoy deseando regresar, como sea, al primero, donde no existía él ni el dolor ni la rabia ni las ausencias. Reencarme, sí, en un yo futuro que aún desconozco y darme, esta vez, una oportunidad...

lunes, septiembre 04, 2006

...

Le amé con esas letras mayúsculas que sólo se usan una vez. y aún no entiendo porqué no he sido capaz de odiarle con la misma intensidad o porqué conservo el amuleto que un día creí terminaría uniéndonos. "Sólo un paso más y podrás odiarle, cabrearte, dejar de sonreir a su vuelta y comprender que fue, es y seguirá siendo todo una mentira repleta de cobardes." ¿No lo ves? Dios Mío, Aún no lo ves; y miro hacia dentro y me escondo porque todos me señalan, incluida mi pequeña parte racional, y veo sus risas, sus golpes, y esa mirada triste de los que presagian el desastre. Y yo seguía confiando, tal y como él me había pedido...; esperando la realidad de las promesas susurradas en mitad de la noche; implorando. una vez más, como una niña pequeña que acababa de perder lo que más quería... Y seguía apareciendo en mis sueños. A veces, incluso, para poder dormir, lo utilizaba como hilo conductor de una historia inventanda; el resto lo hacía mi subconsciente y ya véis siempre terminaba volviendo a casa... Aún no he aprendido a vivir con eso: aquel ir y venir dichoso, su forma de estar sin estar y ese cascabeleo constante de te quieros.... aunque quizás, sí, conseguí malvivir, que la verdad no es poco...