viernes, octubre 14, 2005

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De nuevo las curvas y aquella imagen, aún imborrable, de sus fotos sobre la pantalla de mi ordenador. Miles de horas perdidas, pienso, luchando contra el mismo barco y observando sin saber a donde mirar. Él me colocó en este sitio, y ella se encarga, con su entrada triunfal, de recordármelo.
Podría (debería) darles la espalda a los dos, pero sigo viéndome en sus ojos... y sigo esperando, sentada, que mi mar, que también es el suyo, se calme...
Digamos que... no puedo hacer otra cosa

2 comentarios:

Buttercup dijo...

Siempre se puede hacer algo, sólo que a menudo es mejor no hacerlo

Anónimo dijo...

No sé qué edad tienes ni se exactamente cuáles son tus problemas. He leido tus posts más recientes de casualidad y he de decirte que escribes de una forma especial. Sólo hay algo que pareces no tener claro: si tú no piensas en ti, nadie lo hará. Tenlo en cuenta y ánimo.