
Desde hace unas semanas soy incapaz de incorporarme al sueño. Me despierto envuelta en sudores fríos, casi rozando el llanto. Abro los ojos y él no está. Sólo consigo arrancarle una mirada a mi perro, que parece aún más asustado que yo. En el fondo me tranquiliza; lo que he visto ahí dentro no me gusta; es más me aterroriza. Es como si cada noche reviviera por primera vez la sensación de pérdida; él alejándose, él en brazos de otra mujer, él paseando con un niño que no es nuestro...
De día puedo controlarlo, disimularlo o matizarlo (todo depende del momento), pero de noche (cada noche) ... vuelvo a perder la "batalla"...
2 comentarios:
Me dicen q vuelva a escribir, pero para q voy a hacerlo, si veo en cada uno d tus post todo lo q kiero decir..., exactamente...
Un muxu mi niña... Y como sé q estarás despierta al igual q yo..., buenas noches, por decir algo...
Sí, te entiendo, a la luz de la mañana las cosas siempre mejoran.
Publicar un comentario