martes, junio 21, 2005

El regreso (VIII)

De rodillas frente a la vida, con lágrimas en el pecho, sin muros ni brazos a los que aferrarme. Perdida en el peor de los delirios. Sin norte, sin sur... sin él

1 comentario:

Holden dijo...

No sé si es mucho o poco, pero te puedes aferrar a nosotros, a todos los que nos asomamos por aquí para saber como estás, y apoyarte cuando te haga falta. Animo, preciosa