Lloré hasta caer rendida. Y el sueño me traicionó y posó sus manos sobre mi boca; una imagen vale más que mil palabras. Abrí los ojos y sentí el temblor de mi cuerpo, de nuevo amenazante. Preámbulo de lo que pasaría después: miedo, soledad, angustia y más llanto.
Algunos piensan que dramatizo... al fin y al cabo, ellos no están en mi corazón.
martes, junio 14, 2005
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Da igual lo que piense la gente. Solo date la oportunidad de intentar volver a sonreir, aunque por ahora parezca imposible.
Un beso
Publicar un comentario