
Volví a llorar… y sentí la punzada; un martillo golpeando las arterias. Jodida Impotencia…
Y sigo igual, porque la situación vuelve a desbordarme. Y él que promete e invade mi espacio, sólo a medias…Y que vuelve a marcharse y que reclama paciencia (mi paciencia) y una lealtad que no entiendo y que ni siquiera sé si tengo.
Podría seguir dando vueltas a la misma noria. Quizás no me quede otra que hacerlo toda la vida. Pero hoy sólo quiero cerrar los ojos y olvidar que está, que es y que le amo…